Concluyeron las obras de defensa aluvional en una cuenca estratégica del Gran Mendoza

Se trata de las obras de control de torrentes en la cuenca 301, ubicada entre las cuencas Frías y Maure, en Godoy Cruz. “Esta es una obra estratégica muy importante para el sistema de control aluvional. Ya se han realizado alrededor de 50 obras de este tipo”, señaló la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, quien estuvo acompañada por la subsecretaria de Infraestructura y Desarrollo Territorial, Marité Badui, y el intendente de Godoy Cruz, Diego Costarelli.

Infraestructura 26 de diciembre de 2025RNRN
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Con la finalización de las obras de control de torrentes en la cuenca 301, ubicada entre las cuencas Frías y Maure, en Godoy Cruz, concluyó una intervención central para reducir el riesgo aluvional en un sector del piedemonte del Gran Mendoza. Los trabajos fueron ejecutados por la empresa Hormimac SA y planificados y supervisados por la Dirección de Hidráulica del Ministerio de Energía y Ambiente, en coordinación con la Subsecretaría de Infraestructura y Desarrollo Territorial del Ministerio de Gobierno.

“Esta es una obra estratégica muy importante para el sistema de control aluvional de la provincia de Mendoza. Ya se han realizado alrededor de 50 obras de este tipo en los cerrillos de los Mogotes, en Godoy Cruz, y específicamente esta corresponde al control de torrentes del sector 301. Su función es fundamental, porque permite frenar o aminorar la velocidad y el volumen del agua que puede escurrir por estas cuencas en casos de lluvias intensas, como las que son habituales en el clima mendocino, especialmente durante el verano. El objetivo principal es proteger tanto a las personas como a los bienes ubicados aguas abajo”, explicó la Latorre.

La ministra remarcó además la necesidad de vincular este tipo de obras estructurales con una planificación territorial adecuada. “Esto también nos lleva a reflexionar sobre la importancia de un crecimiento ordenado. Tanto los desarrollos públicos como los privados en el piedemonte mendocino deben ajustarse a los planes de ordenamiento territorial de cada municipio, con las habilitaciones y factibilidades correspondientes que determinen si existen condiciones de seguridad y bajo qué parámetros se puede construir. Las declaraciones de impacto ambiental que deben tramitar barrios, rutas y todo tipo de emprendimientos permiten tener previsibilidad y control de riesgos”, explicó.

En ese marco, destacó que la Provincia invirtió alrededor de $500 millones en la seguridad de aguas abajo, particularmente para los vecinos de Godoy Cruz. “Para estas evaluaciones se trabajó con estudios técnicos que consideran las escorrentías de los últimos 100 años, lo que permite estimar los caudales máximos posibles y, en función de esos datos, diseñar obras que prevengan daños aguas abajo. Este trabajo coordinado y sistémico entre el municipio y la provincia es fundamental. Además, los desarrollos privados deben cumplir con los mismos requisitos, por lo que resulta indispensable que los municipios cuenten con planes de ordenamiento territorial aprobados”, agregó.

Desde el punto de vista técnico, la intervención consistió en el diseño y la construcción de estructuras de retención y control mediante terraplenes dispuestos de manera transversal a los cauces naturales, que permiten retener y retardar los escurrimientos superficiales. “La obra implicó una inversión superior a los $500 millones y se centró en soluciones de ingeniería orientadas a la seguridad aluvional y al ordenamiento territorial”, explicó la subsecretaria de Infraestructura y Desarrollo Territorial, Marité Badui.

Por su parte, el intendente de Godoy Cruz, Diego Costarelli, destacó el impacto urbano y preventivo de la intervención: “Es una obra estratégica que lleva adelante el Gobierno de Mendoza y que tiene que ver específicamente con la seguridad aluvional de todos los vecinos de Godoy Cruz, ya que contribuye directamente al ordenamiento territorial. Por eso es tan importante que todos los municipios contemos con planes de ordenamiento territorial aprobados”.

Como medida de seguridad adicional, se construyó un vertedero de hormigón armado destinado a evacuar excedentes hídricos sin provocar la pérdida de material del terraplén ni comprometer su estabilidad estructural, manteniendo el riesgo hidrológico dentro de niveles aceptables. Estas soluciones permitieron disminuir el efecto erosivo de las escorrentías, reducir el riesgo ante posibles crecientes aluvionales y favorecer la infiltración del agua en el suelo, contribuyendo a la mejora del hábitat natural y a la preservación del ambiente.

Durante la ejecución de los trabajos se intervinieron únicamente los espacios mínimos necesarios para la construcción de cada estructura. En paralelo, se retiraron elementos nocivos para la cuenca, como escombros, residuos plásticos y chatarra, y se utilizaron caminos existentes para el movimiento de equipos, a fin de minimizar el impacto sobre el entorno. La obra no implicó modificaciones significativas de la topografía natural del terreno.

La finalización de estas intervenciones permitió consolidar condiciones de mayor seguridad para el desarrollo urbano del sector. En este contexto, días atrás la vicegobernadora Hebe Casado, junto al intendente de Godoy Cruz y autoridades provinciales, encabezó la entrega de 80 viviendas y la inauguración del barrio Joaquín Salvador Lavado, en el distrito Villa del Parque.

De este modo, este y otros nuevos barrios del Gran Mendoza cuentan ahora con mejores condiciones de protección frente a las lluvias intensas características del período estival, reduciendo el riesgo para las familias y la infraestructura urbana.

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