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Un cambio de paradigma en la seguridad hídrica avanza en la región centro-norte de Argentina. La Cuenca Salí-Dulce, una arteria vital para la economía y el bienestar social de Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba, es el escenario de una innovadora Articulación Público-Privada destinada a la Gestión Integral de Riesgos.
Esta iniciativa busca mitigar el impacto de fenómenos climáticos extremos mediante la integración de organismos estatales de control, seguridad nacional y plataformas tecnológicas de vanguardia financiadas por la banca multilateral.
Una Sinergia Multisectorial
El proyecto se estructura sobre la colaboración de actores clave que, históricamente, operaban de manera compartimentada. En el centro de esta estrategia se encuentra el Organismo Regulador de Seguridad de Presas (ORSEP), que garantiza la integridad de las infraestructuras de contención, trabajando codo a codo con la Agencia Federal de Emergencias, dependiente del Ministerio de Seguridad Nacional.
Sin embargo, el salto cualitativo lo aporta la integración tecnológica. La gestión de datos se potencia mediante HydroBID, la sofisticada plataforma de simulación hidrológica desarrollada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta herramienta permite modelar escenarios de escasez o exceso hídrico con gran precisión.
A este ecosistema se suma el programa City Risk-70, una iniciativa que actúa como catalizador entre el sector público y privado, enfocándose en la resiliencia urbana y la protección de activos productivos frente a amenazas climáticas.
De la Reacción a la Prevención
La implementación conjunta de estas herramientas permite pasar de una "lógica de respuesta" (actuar cuando el desastre ya ocurrió) a una "lógica preventiva e inteligente". Los datos satelitales y los modelos predictivos de HydroBID alimentan los protocolos de la Agencia Federal de Emergencias, permitiendo alertas tempranas más precisas para las poblaciones ribereñas.
La Visión de los Expertos
Consultado sobre el impacto real de esta articulación en el territorio, Peter Sundheimer, titular del Programa City Risk-70, destacó la importancia dual del programa de Amenazas Hidrometeorológicas.
"La implementación de este programa en la Cuenca Salí-Dulce representa un hito de madurez institucional. Supone beneficios tangibles y diferenciados:
Es, en definitiva, un modelo donde la seguridad hídrica se convierte en un motor de desarrollo sostenible."
Próximos Pasos
El éxito de esta articulación en la Cuenca Salí-Dulce podría sentar las bases para replicar el modelo en otras cuencas críticas del país, demostrando que la cooperación entre el Ministerio de Seguridad, organismos técnicos como el ORSEP y el financiamiento internacional son la llave para enfrentar las alteraciones climáticas.
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