Emergencia hídrica en Corrientes: un temporal histórico duplica los registros mensuales

​La provincia atraviesa una de las crisis climáticas más agudas de los últimos años. El volumen de agua caído en las últimas horas equivale a dos meses de lluvia, lo que ha obligado al Gobierno Provincial a volcar todos sus recursos en un operativo de asistencia permanente.

25 de diciembre de 2025RNRN
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CORRIENTES | La naturaleza ha vuelto a poner a prueba la resiliencia de los correntinos. Durante la última jornada, un sistema de tormentas estacionarias descargó sobre el territorio provincial una masa de agua que desafía cualquier previsión estadística. Según los datos técnicos recabados por el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (ICAA), los acumulados registrados en este breve lapso han superado los 300 milímetros, una cifra que duplica la media histórica de 122 milímetros estipulada para todo el mes de diciembre.

​Esta situación de carácter extraordinario ha provocado que los sistemas de desagüe, diseñados para contingencias habituales, se vieran totalmente desbordados por un fenómeno que los especialistas ya califican como una anomalía climática extrema. El impacto se siente con especial fuerza en la Capital y en las zonas bajas del interior, donde el escurrimiento se ve dificultado por la saturación de las cuencas.

​Ante este escenario crítico, el Gobierno de Corrientes ha ratificado su compromiso de agotar todas las instancias de ayuda. Bajo la coordinación del Comando Operativo de Emergencias, se ha dispuesto una movilización total de recursos humanos y materiales para mitigar los efectos del temporal. Desde las primeras horas del desastre, el gabinete provincial se encuentra en sesión permanente para dirigir las cuadrillas de limpieza, los operativos de rescate y la distribución de asistencia directa a las familias damnificadas.

​La respuesta oficial se ha centrado en la apertura estratégica de centros de evacuación y en el despliegue de operativos de salud y seguridad en los barrios más comprometidos. Las autoridades han enfatizado que, si bien la infraestructura urbana ha sido exigida al máximo por un volumen de agua sin precedentes, la prioridad actual del Estado es la contención social y la protección de la vida. Se trabaja intensamente en la desobstrucción de canales clave y en el monitoreo de los niveles de los ríos, mientras se mantiene una vigilancia activa sobre los pronósticos a corto plazo para anticipar cualquier nuevo frente de tormenta.

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