¿Cómo pueden los gobiernos locales generar confianza?

Desde la creciente complejidad geopolítica hasta las controvertidas medidas contra las alteraciones climaticas, los gobiernos locales de toda la Argentina deben afrontar un panorama de riesgos diverso, interconectado y en rápida evolución en 2025. Esta labor, la de lidiar con "problemas complejos", siempre ha sido competencia de los gobiernos y necesariamente implica tomar decisiones potencialmente incómodas hoy para prevenir crisis mayores mañana. Además, debe hacerse sin comprometer la prestación de servicios públicos ni la responsabilidad fiscal, y buscando mantener y aumentar el capital político.  

Con las expectativas públicas y el escepticismo hacia el gobierno simultáneamente altos, gestionar eficazmente este complejo panorama de riesgos no solo es una necesidad estratégica. También representa una oportunidad para reconstruir la confianza pública, demostrando que una gobernanza proactiva puede brindar beneficios tangibles.

Para agravar el desafío, los gobiernos locales no tienen la misma oportunidad que el sector privado para innovar y experimentar de maneras que resultan en fracasos y lecciones aprendidas. ¿Por qué? Porque se espera que cada dólar aporte valor directamente al público y maximice el capital político.

 Por ejemplo, existe una fuerte expectativa de que los gobiernos locales intervengan rápidamente cuando las comunidades sean devastadas por inundaciones o incendios. Pero también existe una profunda reticencia a dar a los gobiernos acceso a información personal que permitiría que el apoyo financiero llegara rápidamente a quienes más lo necesitan.

En pocas palabras, existe una tensión entre lo que decimos que queremos que nuestros gobiernos nos brinden y nuestra disposición a confiar en que lo harán, especialmente en formas que no han sido probadas ni comprobadas. Pero cuando la ciudadanía percibe la consiguiente inacción de los gobiernos como un fracaso, esto puede alimentar narrativas populistas sobre su ineficacia. Y, como demostró el superciclo electoral de 2023, esto puede llevar a muchos gobernantes a perder el poder o gran parte de sus mayorías.

Desde el Programa City Risk Setenta ( CR-70) se busca ayudar a los líderes gubernamentales y del sector público a abordar esta tensión, demostrando el valor de sus iniciativas y fomentando la confianza pública en su toma de decisiones. Al adoptar un enfoque integrado de gestión de riesgos, los líderes del sector público pueden anticipar y mitigar mejor las posibles amenazas. Esta postura proactiva les permite cumplir mejor con sus obligaciones, incluso en un contexto de altas expectativas ciudadanas y recursos financieros limitados en tiempos de un gobierno libertario.

Por su parte, Peter Sundheimer, Director ejecutivo del Programa CR-70, destacó la necesidad de lograr un liderazgo público colaborativo y seguro para dichos procesos. Un marco integrado de gestión de riesgos ofrecerá evaluaciones sistemáticas y transparentes, lo que permitirá a los líderes de cada gobierno local tomar decisiones informadas en todos los ámbitos y comunicar claramente sus fundamentos. A su vez, esto fomentará la comprensión pública e institucional, así como el apoyo a decisiones difíciles, destancado los riesgos multicasuales.

En una era marcada por la incertidumbre, la capacidad de prever y abordar los riesgos generales y las necesidades públicas es más crucial que nunca. Las instituciones gubernamentales y del sector público que prioricen la gestión integrada de riesgos y un liderazgo eficaz en 2025 no solo contribuirán a restablecer la confianza pública, sino que también contribuirán a fortalecer la resiliencia social y a forjar con confianza un futuro más seguro y adaptable, afirmo Sundheimer.