Gestión del Riesgo: La comunicación en tiempos de Crisis

La dificultad de gestionar y comunicar el riesgo

Comunidades Seguras16 de noviembre de 2022 Ricardo Paramos
disec3b1o-sin-tc3adtulo

El riesgo es la probabilidad de que una población vulnerable sufra un impacto negativo por la acción de un fenómeno natural, tecnológico o una actividad humana. Si bien existen diferentes conceptualizaciones del riesgo, tomaremos aquella que lo define como el resultado de la interacción entre dos factores que se condicionan mutuamente: la amenaza y la vulnerabilidad. Esto significa que un fenómeno natural no se convierte en amenaza si no existe una comunidad vulnerable o su ocurrencia. 

Además, se podría pensar en un tercer factor que compense la vulnerabilidad que son las capacidades que tiene una comunidad para hacer frente a una amenaza. Pongamos, por ejemplo, las inundaciones. 

Qué ocurre con un decisor como lo podría ser el intendente de un municipio que no muy a menudo tiene que enfrentar inundaciones, pero que cada vez que ocurren, supone principalmente una percepción negativa de la comunidad afectada y en general. Este decisor y su gobierno se debate entre la realización de un plan de gestión de reducción del riesgo de la emergencia hídrica que no sabe si va a suceder durante su mandato o tal vez por mucho tiempo no suceda, o atender las demandas urgentes sobre otros temas (salud, educación, recolección de residuos, etc.).; es así que la gestión del riesgo de la comunidad la podemos comparar con una frazada corta, donde al querer cubrirnos la parte superior del cuerpo, terminamos descuidando la zona inferior. La problemática del riesgo es que se trata de “algo latente”, que aún no sucedió pero que puede suceder con alta, media o baja probabilidad.  Por otro lado, nunca es fácil advertir sobre los riesgos, nunca es fácil “dar malas noticias o al menos, noticias incómodas”. De esta manera, el intendente debe decidirse entre la sobrepromesa de la ocurrencia del riesgo de inundación o la negación/invisibilización, -no hacer nada también es una toma de decisión-, que podría implicar en caso de la ocurrencia de la inundación, consecuencias mucho más costosas, en términos sociales, económicos, ambientales y de la opinión pública. 

Es en este caso donde se debe encontrar un equilibrio entre la sobrepromesa y la negación, y es allí donde la intervención de la comunicación a través de un plan integral de gestión de reducción del riesgo de emergencia/desastre puede dar un andamiaje eficaz, concretamente en la prevención y mitigación del daño que generan las emergencias hídricas, contemplando tres fases integradas: el antes (preparación y prevención), el durante constituido por la respuesta (activación de la alerta, el comando para control, información, coordinación y cooperación de las acciones interagenciales y la mitigación de los efectos) y el después del evento, la recuperación (rehabilitación / reconstrucción). 

Lamentablemente, la acción gubernamental siempre ocurre y se legitima ex post, es decir, después de que el evento ocurre. Sin embargo, una buena gestión de reducción de la vulnerabilidad de la comunidad que sufre la inundación debe iniciarse en el ex antes, es decir antes de que la amenaza se concrete. 

Trabajar en el antes, previniendo y preparando a la comunidad para que en el caso de que ocurriera el evento negativo se cuente con un plan de contingencia ante inundaciones que prescriba cómo actuar, que dé cuenta de los procedimientos que se deben desarrollar, es un gran paso en la gestión de reducción del riesgo de la emergencia/desastre. 

Pero para ello, se debe establecer un trabajo de concientización con la comunidad que puede ser afectada por la inundación, esta preparación preventiva debe ser permanente y sistemática, debe ser creativa en la comunicación para no generar cansancio y tiene que tener un enfoque dialógico y de participación activa de la comunidad vulnerable, dirigida al fortalecimiento de su resiliencia. 

La concientización, la comunicación, la educación, los planes de ordenamiento territorial, los protocolos de acción durante emergencias, sistemas digitales de aviso de alerta temprana, entre otras, son medidas no estructurales que pueden complementar las medidas estructurales es decir obras (construcciones), ya sean diques, defensas ribereñas u otras, cuando el gobierno municipal cuente con los recursos económicos, mientras tanto, estas medidas no estructurales dirigidas a segmentos específicos de la población se pueden determinar por grado de vulnerabilidad, de capacidades, etc., generando  gobernanza del riesgo, en base a una integración en red, en lo que se ha denominado "redes de interacción público-privado-civil a lo largo del eje local/global”.


Ricardo Paramos es Lic. en Comunicación Social (UBA). Consultor en comunicación institucional y Relaciones con la Comunidad. Especialista en comunicación de gestión del riesgo. Docente del Seminario de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres, Cambio Climático y Desarrollo de la Universidad del Salvador (USAL).  

Te puede interesar
Lo más visto
images

Urgente: Accidente aéreo en Ahmedabad, India

RN
Travel Risk12 de junio de 2025

Se teme la muerte de al menos 120 personas tras el accidente de un vuelo de Air India con 242 pasajeros a bordo cerca del aeropuerto de Ahmedabad. El avión, con destino a Londres, se estrelló en una zona residencial cinco minutos después de despegar del aeropuerto Sardar Vallabhbhai Patel en Gujarat.