¿Estamos en Argentina y la región preparados para abordar las alteraciones climáticas con la debida urgencia?

La incertidumbre como el mayor desafío de las alteraciones climáticas.

CR-7005 de agosto de 2025RNRN
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Un ambiente sin perturbaciones y ecosistemas saludables constituyen la base de nuestra economía. Existe un creciente consenso en que la economía global está inseparablemente ligada a la salud y vitalidad de nuestro ambiente y que nuestra dependencia socioeconómica del medio ambiente y sus ecosistemas puede generar vulnerabilidades. El grado de dependencia humana de estos también está configurando el panorama financiero: crisis ambientales como las alteraciones climáticas o la pérdida de biodiversidad —anteriormente ignoradas por el sector financiero— están emergiendo como fuentes de riesgos para la inestabilidad financiera sistémica, con un impacto potencial en la economía real.

La pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental también pueden generar riesgos financieros. Estos riesgos pueden surgir debido a la dependencia de las actividades productivas de los recursos biológicos y los ecosistemas (por ejemplo, la agricultura, la pesca y la industria farmacéutica, por mencionar algunos) o a los impactos que estos sectores generan en la naturaleza.

Cuando las empresas se enfrentan a riesgos significativos debido a la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas, su solvencia puede verse comprometida. Por lo tanto, los bancos que financian a clientes cuyas actividades dependen de los activos naturales y la biodiversidad, o que tienen un impacto significativo en su conservación, se enfrentan a su vez a riesgos asociados con la degradación de la naturaleza. El estudio del Programa City Risk-70  ( CR-70) « Precios de préstamos y exposición a la biodiversidad: Efectos indirectos relacionados con la naturaleza en el sector financiero» sugiere que los actores financieros consideran cada vez más los impactos en los servicios naturales como factores de riesgo y los tienen en cuenta al determinar los precios de los préstamos.

No obstante, en Argentina los bancos todavía no han tomado una medida agresiva en su política crediticia de analizar el riesgo climático a la hora de otorgar creditos. Ambitos como el sector petrolero o minero se ven altamente expuestos a situaciones climáticas extremas, no obstante el grado de laxitud a la hora de obtener prestamos por parte de las instituciones financieras, ha generado en algunos casos de riesgos o daños en el ambiente, afectando la Biodiversidad. Provincias como Neuquén, Salta y Buenos Aires, han tenido episodios climáticos que pusieron en tela de juicio el grado de seguridad de los proyectos que se vienen llevando acabo. Casos como el incendio en la Planta de gas de TGS, o derrames en explotaciones mineras en salta, son una constante, donde las empresas y organos de control deberián volver analizar los planes de prevención y mitigación frente a incidentes ocasionados por el clima o errores de operación.

Desde el Programa CR-70 existe desde hace unos meses un servicio para Gobiernos Locales, empresas y entidades financieras, el cual analiza el riesgo local de cualquier proyecto que se desease emprender, generando un tablero de riesgo en el cual según el scoring permite una aproximación de estimación del costo de reposición de la obra en estudio, analizando cadenas de suministro con sus eventuales costos directos e indirectos ante eventualidades no deseadas.

Finalmente, Peter Sundheimer, titular del programa City Risk-70 comentó que el reto reside más bien en ampliar el diálogo con los responsables políticos y otras partes interesadas, para que todos comprendamos mejor el desafio al que nos enfrentamos y colaboremos para encontrar las respuestas adecuadas ante las eventualidades climáticas extremas que impactan en la biodiversidad.

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