Está Argentina preparada para defenderse de un impulso electromagnético?

Pulso electromagnético, un riesgo latente para todo el continente

Comunidades Seguras11 de agosto de 2024 RN
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La posible amenaza de un pulso electromagnético (EMP) a nuestra red, ya sea como un arma real o como resultado de fenómenos naturales como una enorme llamarada solar, aparece ocasionalmente en las noticias.

Los pulsos electromagnéticos también llamados perturbaciones electromagnéticas transitorias, son breves explosiones de energía electromagnética. Son una de esas cosas que mucha gente piensa que son falsas, exageradas o el sueño de un teórico de la conspiración. 

Los pulsos electromagnéticos pueden ser naturales, como perturbaciones geomagnéticas solares extremas, o provocados por el hombre, como una gran detonación termonuclear o un ciberataque . Si se coordinaran con ataques físicos, las cosas podrían volverse realmente peligrosas muy rápidamente.

En el ámbito natural, en 1989, una tormenta geomagnética inesperada desencadenó un fenómeno en el sistema eléctrico de Hydro-Québec que provocó su colapso total en 92 segundos, dejando a seis millones de clientes sin electricidad. La tormenta se produjo cuando el Sol expulsó una columna de plasma sobrecalentado, o gas ionizado, de un billón de millas cúbicas.

Este tipo de tormentas ocurren cada 60 años aproximadamente y, en 1989, no estábamos ni de lejos tan electrificados ni tan interconectados electrónicamente como lo estamos hoy, ni como lo estaremos dentro de 30 años.

Entendiendo que Argentina se encuentra en un teatro de operaciones muy complejo, es necesario que los Gobiernos Locales, Provincias y principalmente el Estado Nacional converjan en una política de estado para proteger la infraestructura crítica de zonas particularmente productivas como Vaca Muerta, el Triángulo del Litio, Presas Hidroeléctricas, plantas nucleares, y sistemas de transporte tanto de energía como logística con su respectiva cadena de frío. 

La vulnerabilidad en la que actualmente se encuentra el sistema eléctrico argentino, denota la falta de inversión y la falta de planificación de una potencial convergencia de ataques externos o cuestiones ambientales que podrían poner al borde del colapso al sistema energético.

Es necesario que la Argentina aborde cómo una probabilidad factible de suceder de que Argentina ingrese de forma indirecta en un conflicto bélico con potencias extranjeras o fuerzas terroristas con gran capacidad operativa.

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