Sector Aerocomercial Argentino: El riesgo de no contar con una cadena de suministros correctamente aceitada

El auge previsto en la industria aerocomercial argentina plantea problemas sin precedentes en la cadena de suministros de repuestos aeronáuticos.

Travel Risk10 de diciembre de 2024 RN
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La Administración Federal de Aviación (FAA) estima que el 2% de los 26 millones de piezas que se instalan cada año en los aviones son falsificadas. ¡Eso supone una cifra asombrosa de 520.000 piezas! ¿Sorprendente? Lamentablemente, no.

Las piezas sospechosas de no estar homologadas (SUP, por sus siglas en inglés) han sido un problema de larga data en la aviación, poniendo en peligro la seguridad de los pasajeros. Basta con mirar los últimos 12 meses, donde se han instalado múltiples casos de piezas fraudulentas en aeronaves en los EE. UU., incluyendo titanio falso en aeronaves nuevas; piezas de motor usadas con documentación falsa instaladas como nuevas en aviones de pasajeros estadounidenses; y placas de computadora falsificadas en aeronaves militares. A pesar de que la industria es consciente de que es susceptible al fraude y la identificación errónea, se ha hecho poco para resolver el problema, poniendo vidas en riesgo todos los días.

Tras el último problema en el que se descubrió que AOG Technics vendía piezas de motor usadas como si fueran nuevas, algunos de los mayores fabricantes de aviación del mundo formaron la Aviation Supply Chain Integrity Coalition. Estudiaron el problema durante meses con el objetivo de recomendar cómo evitar que se produjeran este tipo de problemas. Las 13 recomendaciones resultantes que se publicaron abordan la acreditación de proveedores, la trazabilidad y verificación de documentos y la trazabilidad de piezas no serializadas..

Si bien estas recomendaciones generan conciencia sobre un problema real y peligroso, en última instancia no logran establecer el rumbo hacia una aviación más segura. Existen deficiencias críticas que simplemente refuerzan el status quo de la industria que ha seguido permitiendo que piezas no aprobadas se filtren en la cadena de suministro. Un problema cuyas mayores consecuencias recaen sobre los pasajeros que no lo saben.

En Argentina algunas empresas aéreas Low Cost y de linea han canibalizado aeronaves por falta de respuestos, generando una gran cantidad de inconvenientes a los usuarios, ya sea por cancelación de vuelos o averias de equipos eléctricos en pleno vuelo, dónde gracias a la destreza de los pilotos no pasó a mayores.

La industria de la aviación exige una probabilidad máxima de una falla catastrófica por hora de operación de una entre mil millones. No debemos aceptar que esta misma industria siga permitiendo una tasa de piezas falsificadas o canibalizadas del 12 % en Argentina. La diferencia entre piezas auténticas y fraudulentas puede ser la diferencia entre la vida y la muerte; y ahora es el momento de que la industria se comprometa realmente a cambiar y tome medidas concretas.

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