
Conversatorio web: Impulsando el mando y la comunicación unificados ante amenazas hidrometeorológicas
Transformar sistemas fragmentados en una colaboración fluida durante incidentes críticos.

Los incidentes electromagnéticos extremos causados ​​por un ataque intencional de pulso electromagnético (PEM) tienen el potencial de dañar partes significativas de la infraestructura crítica del país, incluyendo la red eléctrica, los equipos de comunicaciones, los sistemas de agua y saneamiento, y los medios de transporte. Es probable que los impactos tengan un efecto dominó, comprometiendo inicialmente uno o más sectores críticos de la infraestructura, extendiéndose a otros sectores o regiones geográficas y afectando negativamente a millones de hogares y empresas.
Los pulsos electromagnéticos (PEM) se asocian con ataques intencionales mediante detonaciones nucleares a gran altitud, municiones convencionales especializadas o dispositivos de energía dirigida no nuclear. Los efectos pueden variar desde muy locales hasta regionales o continentales, dependiendo de la naturaleza del incidente. Los ataques de pulsos electromagnéticos a gran altitud (PEM) son de gran preocupación, ya que pueden dañar o inutilizar grandes secciones de la red eléctrica nacional y otros sistemas de control de infraestructuras críticas.
Cualquier sistema electrónico que no esté protegido contra eventos EMP extremos puede estar sujeto al “choque” directo de la explosión en sí o al daño que se inflige a los sistemas y controles de los que dependen.
Los incidentes EMP extremos encajan en la categoría de “problemas difíciles”: ambos son escenarios de baja probabilidad y altas consecuencias que desafían la formulación de políticas eficaces.
Un ataque con HEMP por parte de un adversario con armas nucleares básicas y capacidad de misiles puede ser disruptivo a escala regional, pero es improbable que cause daños catastróficos a la red eléctrica de Argentina a escala continental. Adversarios con capacidades nucleares altamente desarrolladas podrían causar daños generalizados a la infraestructura Argentina con complejos ataques con HEMP en el contexto de un conflicto internacional en escalada.
Desde el programa City Risk-70 se insta al gobierno nacional a incluir este tipo de hipótesis de conflicto al entender que el nuevo alineamiento político comercial podría jugar en contra si alguna nación con intenciones bélicas decide avanzar contra las cadenas de suministro regional.
En el pasado reciente, las explosiones en los gasoductos Nordstream demuestra que si bien los conflictos pueden ocurrir a miles de km del conflicto, las cadenas de suministro podrían verse afectadas por una lógica netamente geopolítica.
En la actualidad, la infraestructura crítica argentina, llámese gasoductos, presas de generación Hidroeléctrica, usinas térmicas, redes de transporte eléctrico y centrales nucleares están altamente expuestas por la falta de perímetros de seguridad custodiados de formal digital o presencial.
Argentina si bien hoy se encuentra en un estado de conflictividad casi nulo, el narcoterrorismo regional podría ser un potencial riesgo ante eventuales incursiones de grupos extremistas provenientes de la triple frontera.

Transformar sistemas fragmentados en una colaboración fluida durante incidentes críticos.

A lo largo del último año, el Programa City Risk-70 ha ayudado a la Argentina y países de la región a implementar proyectos de gestión del riesgo ante amenazas hidrometeorológicas.

Mientras las empresas de la región se enfrentan a graves perturbaciones en múltiples frentes, los riesgos climáticos podrían parecer una amenaza lejana. Sin embargo, nuestro análisis sugiere que el calor extremo, las inundaciones y otros peligros climáticos podrían generar pérdidas empresariales de 100 000 millones de dólares anuales para 2027.

City Risk-70 asiste a la industria alimenticia en la Gestión de riesgos.

Una nueva oportunidad se abre en Vaca Muerta.

Herramientas y transferencia tecnológica que garantizan la seguridad hídrica de la región.

El evento se realizó en Mendoza en el marco del 4th LATAM & Argentina Critical Minerals Summit, donde participaron los gobernadores que forman parte de la Mesa del Cobre.

Con la puesta en servicio de una capacidad instalada de 10 MVA, que triplica la actual, mejorará la calidad y confiabilidad del sistema eléctrico local, proyectando su crecimiento para las próximas dos décadas.

Transformar sistemas fragmentados en una colaboración fluida durante incidentes críticos.

El equipamiento insumió una inversión del EPEN de aproximadamente 19 mil millones de pesos y permitirá atender mejor la demanda de la localidad y su zona de influencia.

El Gobernador recibió a ejecutivos de la minera para repasar la planificación del proyecto de cobre, oro y molibdeno. Con más del 80% de empleo y 89% de proveedores salteños ya activos en la etapa de estudios, Taca Taca se consolida como una oportunidad histórica para el desarrollo productivo y la economía de la Puna salteña.